Otra de las casas derribadas con la ampliación de Euzkaro en 2011.
Como muchas de las casas de la colonia, estuvo muchos años descuidada, le faltó mantenimiento y terminó como una sombra en medio del caos del pesado tránsito vehicular de la avenida.
Hasta el final de sus días, conservó el tejado californiano original, los detalles en los marcos de puertas y ventanas, la ventanilla que coronaba la fachada, los ventanales de escalera, el escudo de armas y el balcón.
Originalmente tenía una reja en el acceso a la cochera que conducía al patio, pero probablemente entre los 70s y 80s fue adaptada como otra pieza de la casa hasta convertirse, desgraciadamente, en locales comerciales.
En su época dorada fue una hermosa casa y en sus días finales seguramente fue muy muy devaluada.